“Basta de caciques”, dicen históricos del PRD en acto por la autonomía universitaria

El Sur 30/12/10

Jesús Saavedra / Chilpancingo

En el marco de la conmemoración del 50 aniversario de la masacre en la lucha por la autonomía de la Universidad Autónoma de Guerrero, dirigentes históricos y fundadores del PRD hicieron un llamado a que los caídos en la lucha de 1960 “no sea en vano” y que “no nos dejemos vencer por el oprobio y digamos un basta a la pobreza y el atraso social en que nos han sumido los caciques como Rubén Figueroa”.
Ayer por la mañana, en el monumento a los Mártires del 60, que se ubica en la alameda Granados Maldonado de esta ciudad, un grupo de perredistas depositó una ofrenda floral para recordar la masacre de estudiantes y ciudadanos de Chilpancingo ocurrida el 30 de diciembre de 1960, cuando por órdenes del entonces gobernador Raúl Caballero Aburto, militares irrumpieron de forma violenta en el Edificio Docente, donde se congregaban centenares de estudiantes, maestros y ciudadanos que demandaban la autonomía universitaria.
El homenaje se realizó ante un monumento sucio y maltrecho por los grafiteros.
Desde las 9 de la mañana empezaron a arribar dirigentes perredistas como Guillermo Sánchez Nava, Saúl López Sollano, Sebastián de la Rosa Peláez, Urbano Lucas Santamaría, Eustolio Pani, Raúl Suárez Martínez, José Ángel Segoviano, Petra Hermillo, José Pérez Victoriano, Apolinar Segueda, el rector de la Universidad Intercultural, Rafael Aréstegui Ruiz, y el universitario Arturo Miranda.
El conductor del acto, Urbano Lucas, se quejó precisamente del abandono en que tienen las autoridades del municipio este monumento, que se construyó en el centro de la alameda, frente al histórico Edificio Docente; “es lamentable que las autoridades de este municipio tengan en un estado tan deplorable el monumento”, cuestionó.
Saúl López Sollano hizo una reseña histórica del movimiento del 60 y dijo que “es una fecha histórica y memorable por las grandes acciones revolucionarias y democráticas que nos heredaron aquellos mártires del 30 de diciembre de 1960, que cayeron abatidos por balas que dispararon militares, que estaban al servicio de los explotadores, de militares que no tenían sensibilidad política y humana, eran un aparato de represión para acallar las ansias de libertad del pueblo”.
López Sollano sostuvo que ese movimiento popular “luchó por una transición democrática, que luchó por obtener la autonomía universitaria, un pueblo en lucha contra un tirano, un pueblo que construyó procesos de organización desde abajo, en las comunidades, en las ciudades, en donde recibieron apoyo solidario de la población”.
El ex senador perredista indicó que por esa razón un grupo de dirigentes de su partido conformaron un grupo denominado Frente Político de Izquierda (FPI), “que va más allá de las luchas intestinas del partido, que busca revindicar los principios y la ética política de 1960, que busca vincularse con la sociedad y que busca romper el aislamiento interno en que vivimos por el pragmatismo político”.
Sostuvo que esa lucha de 1960 “es una enseñanza histórica, no es un episodio aislado y forma parte de las nuevas generaciones, que alimenta la conciencia, la tradición de lucha por una sociedad más justa, donde no haya excluidos y haya mejores condiciones de vida para todos los guerrerenses”.
López Sollano puntualizó que en Guerrero los “cacicazgos como el de Rubén Figueroa Alcocer han sentado sus reales, por eso el compromiso debe ser la lucha frontal contra los explotadores, contra quienes se apropiaron de nuestras riquezas naturales, contra quienes se han apoderado de los gobiernos municipales, contra quienes se han apoderado de las estructuras políticas”.
Convocó a iniciar “una lucha por la democracia, una lucha por reivindicar esos principios de 1960, no nos dejemos vencer por el oprobio y basta de la pobreza humillante en que nos han sumido los caciques de Guerrero”.
Abundó que Guerrero “merece algo mejor, merece tener un gobierno sensible, humano, basta de caciques que conocemos, basta de los caciques nuevos e insensibles; queremos un gobierno nuevo, no tecnócrata, que esté al servicio de la sociedad, no de los intereses caciquiles o políticos de unos cuantos”, finalizó.
En el acto habló también el profesor universitario Arturo Miranda, quien sostuvo que sufrió “en carne propia la represión de esa lucha de 1960, por eso hoy que estamos aquí frente al Edificio Docente es necesario que reivindiquemos en los hechos los anhelos de aquella lucha, de mejorar las condiciones de Guerrero”.
Enseguida contó una anécdota que le platicó el extinto dirigente del PRD y ex rector de la UAG, RosalíoWences Reza, sobre el papá del candidato de la coalición Tiempos Mejores para Guerrero, Manuel Añorve Baños.
“Hay algo que nos indigna a todos y se los quiero platicar, un día platicando con Rosalío Wences me comentó que acababa de acudir al homenaje a los caídos del 60 y que se encontró con el papá de Manuel Añorve, que le preguntó de dónde venía, y que le respondió que venía de hacerle honores a los caídos, y burlonamente ese señor le dijo que esos eran ‘unos simples borrachitos que se atravesaron en un mal momento’ y que no teníamos por qué hacerle honores”, expresó.
“Ese señor, ese papá del que ahora pretende ser gobernador, fue gente del equipo del sanguinario gobernador Raúl Caballero Aburto, entonces qué podemos esperar de Añorve, si por sus venas corre esa sangre de represión”, añadió.
Arturo Miranda pidió a los presentes “no sólo venir a colocar una ofrenda, hay que voltear a ver qué se ha hecho en estos 50 años y hay que culminar con un proceso histórico que no se ha cerrado; 1960 fue un parteaguas histórico nacional, no debemos dejar en el olvido esa historia de esos grandes sacrificios que hicieron aquellos mártires para este proceso democrático que estamos viviendo”.
Para concluir se escuchó un corrido escrito en memoria de los caídos de 1960 y posteriormente se leyó en voz alta el nombre de cada una de las personas masacradas el 30 de diciembre de 1969.