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sábado, 11 de diciembre de 2010

EDITORIAL

 

La Jornada Guerrero 11/12/10

Deslindes

En Ahuacuotzingo, municipio de La Montaña baja, Ángel Aguirre Rivero de plano no se mordió la lengua y dejó caer como cubeta de agua fría que los priístas saben hacer fraude y tranza y alertó a sus seguidores a tener mucho cuidado en la elección.
Ángel Aguirre tiene apenas unos meses que salió de ese partido y sabe muy bien de lo que está hablando.
En 1999, el candidato opositor a la gubernatura era Félix Salgado Macedonio, y el candidato oficial era René Juárez Cisneros; en ese entonces el PRI tenía como presidente de la República a Ernesto Zedillo Ponce de León y como gobernador a Ángel Aguirre Rivero. Sólo siete mil votos fueron la diferencia entre uno y otro candidato. El PRI se impuso comprando votos en 200 pesos, regalaba despensas y un montón de útiles domésticos y escolares. Presionaba y amenazaba a la gente. A muchos electores los rasuraron del padrón electoral, aproximadamente 20 mil; se anularon otros 20 mil votos el día de la elección, y sólo mediante el fraude, con perros, caballos y policías, lograron imponer al candidato priísta, quien seis años después entregó el poder a Zeferino Torreblanca Galindo, del PRD.
Parece ser que ahora se volverá a ver esa película. Sólo que ahora Aguirre Rivero está sufriendo las prácticas y mañas que se dieron en aquel entonces, y lo peor, que quien ha sido su hombre de confianza, su hechura pues, Manuel Añorve Baños, hoy lo está enfrentando con todo.
No debería ser así. Manuel Añorve le ganó la candidatura en el PRI, pero quien tenía la simpatía era Aguirre. Aun así, Beatriz Paredes impuso a Manuel Añorve, con la venia de Enrique Peña Nieto, quien se pensaba era el amigo fuerte de Aguirre, pero no lo respaldó. De esta manera, Aguirre Rivero emprende su peregrinar navideño por otros senderos ajenos al PRI, esperando que en enero los Santos Reyes le traigan una gubernatura.
Que quede claro a los perredistas de ayer y de hoy: Aguirre Rivero no es del PRD, ni quiere serlo. Muchos de sus seguidores son del PRI, siguen y seguirán siendo del PRI. No hay dos PRI, sólo uno.
Y si Aguirre dijo que los priístas saben hacer tranza y fraudes electorales, entonces no debe acongojarse, porque ahí los lleva consigo mismo. Dice el refrán popular que para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo. Esperamos no tenga necesidad de hacer un éxodo a la Ciudad de México, alegando fraude electoral, y no le pongan los perros y los caballos con todos los policías dispuestos a matar.
Lo que es la vida. Así es la política. La moneda está en el aire, pero Aguirre Rivero lleva la delantera y puede ganar.

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