TRANSFORMACIÓN O SIMPLE CAMBIO EN GUERRERO!

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Por: Raúl Deloya Salgado   El Sol de Chilpancingo 15/12/10 (Primera parte)   Dicen que en política la forma es fondo, por eso los ciudadanos debemos analizar muy bien los eslogan con que se promueven cada uno de los candidatos en este proceso electoral; con la finalidad de saber qué es lo que realmente están ofreciendo, cuál es su proyecto de gobierno, cómo es la visión de futuro que tienen, y así poder emitir nuestro voto razonado, tan valioso para la consolidación de la democracia y la generación de nuestro desarrollo y progreso. Así pues, mientras  Manuel Añorve expresa: ¡Llegó la hora del cambio! ¡Vamos por tiempos mejores para Guerrero! Ángel Aguirre enfatiza: ¡Ésta es la campaña de la gente! ¡Unidos transformaremos Guerrero!; lo cual, nos permite realizar un análisis de sus posturas políticas y detectar los conceptos claves de sus mensajes. Sin duda que el concepto rector del mensaje del candidato del PRI  es el cambio; pero, ¿por qué lo liga a “llegó la hora”? Es evidente que ello no encaja con lo que él representa realmente, los intereses del viejo régimen autoritario, aquí encarnado en el clan de los Figueroa, detentador del poder por tanto tiempo y generador principal de tanta pobreza y marginación en Guerrero. En todo caso, “llegó la hora” denota el mensaje de quien nunca a sido Gobierno en Guerrero, como el PAN que con justa razón denunció al entrón Añorve por luego, luego robarle la frase. Vayamos a hora al concepto medular de cambio, habrá que recordar que ésta fue la célebre frase de batalla a nivel federal en el año 2000 contra la “tiranía perfecta” del PRI, que condujo a la alternancia en el poder a través de elecciones libres, donde se estableció por primera vez realmente la democracia. Sin embargo, esta alternancia por desgracia, no ha sido suficiente para conducir al país hacia una transición democrática, como sí sucedió con la mayoría de las nuevas democracias del este europeo y las latinoamericanas. Transición democrática, que ante todo significa que al poder lleguen verdaderos políticos con la suficiente capacidad y visión para que realicen una verdadera reforma de Estado y que produzca como conditio sine qua non, una nueva Constitución, que a su vez establezca un nuevo sistema político. Y es que por mientras nuestra democracia siga desplazándose por las viejas vías legales hechas para el viejo sistema autoritario priísta, seguiremos irremediablemente  en lo que muchos politólogos han llamado una transición democrática estancada. Transición democrática estancada, a la cual, tampoco ha escapado Guerrero, porque no se tuvo por parte de este primer gobierno emanado de la democracia y el partido que lo llevó al poder, la suficiente capacidad, la madurez política para llevar a cabo una reforma de Estado y no una simple reforma política, que creara una nueva Constitución. Sin embargo, de los errores se aprende, y hoy las fuerzas progresistas ciudadanas y la izquierda, más unidas que nunca, están luchando por concretar esta transición democrática. Pero, para Manuel Añorve eso no pasa por su cabeza, él simplemente está pidiendo de nuevo la alternancia en el poder, un simple cambio de Gobierno, sin que antes se haya realizado una transformación profunda, en lo político, en lo económico y en lo social, que nos permitan a los guerrerenses hacerle frente a nuestros ancestrales problemas internos y al nuevo contexto internacional de un mundo globalizado. De lo que podemos inferir que este simple cambio nos conduce inevitablemente a la regresión del viejo sistema autoritario, que tantas vidas y sufrimiento costó a los guerrerenses por desterrar. Sí, señores, la regresión a la corrupción, a la represión e imposición, eso significa el cambio que está pidiendo el PRI de Añorve: la extinción de nuestra incipiente democracia; por eso no les importa implementar su denigrante guerra sucia y de intimidación, al esparcir rumores de violencia, tratando de inhibir el voto; por eso les tiene sin cuidado meterle muchísimo dinero a su asfixiante propaganda del fastidio, que por mucho ya ha rebasado los topes legales de campaña. Van, pues, tras el poder por el poder, por recuperar sus redituables negocios, que los han hecho amasar insultantes fortunas, a costa de las riquezas del territorio y la explotación del esfuerzo de los guerrerenses. Por eso, frotándose las manos, dicen sí a La Parota, pues saben qué ahí está su gran transa, sin interesarles ver antes, si en verdad este proyecto beneficiará en verdad al pueblo de Guerrero; pero, que va a importarles pisotear los derechos de unos pobres campesinos, si con su clásica visión autoritaria siempre lo han hecho. Como podemos comprobar, con el viejo PRI de siempre no hay visión de futuro, sólo cambios superficiales para poder seguir manejando el presupuesto de forma discrecional, violando el derecho a la información de los ciudadanos; como lo hizo Manuel Añorve siendo alcalde de Acapulco; así lo reporta el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), quien señala en el Índice Municipal de Información Presupuestal 2010, que Añorve ocultó su presupuesto; seguramente por el adeudo de los 840 millones de pesos, que se afirma desvió para su campaña. ¡Que nos quede bien claro, pues, la regresión, eso significa votar por el cambio del PRI de Manuel Añorve!