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sábado, 11 de diciembre de 2010

¿Últimas torpezas?

 
El Sur 11/12/10

Carlos Pérez Aguirre
Una de las grandes mentiras que se han inventado para poder cambiar el sentir de los ciudadanos de Acapulco respecto al  apoyo que han brindado a los dueños de las tierras de la zona en donde se pretendía construir la hidroeléctrica de “La Parota” –y lo menciono como que se pretendía, porque con las torpezas sumadas de Zeferino y la CFE, este proyecto esta más que muerto-   es que se dotaría de agua potable suficiente para atender las necesidades de la ciudad de Acapulco.
Reitero lo que ya en análisis anteriores he mencionado, con el antecedente de que conozco los aspectos técnicos a detalle del proyecto, así el agua que se dejaría para el consumo del puerto sería aquella que se libera de las turbinas (no sería posible antes porque la cortina se construye para la producción de energía eléctrica y su derivación a otro uso mermaría su capacidad, sobre todo con el requerimiento de una ciudad como Acapulco). Luego entonces el agua residual del proceso se destinaria a ese puerto, en un nivel más bajo que las actuales tomas, lo cual encarecería el costo de operación del agua, al requerir mayor esfuerzo de bombeo, costo que seguramente tendría que pagar el usuario acapulqueño.
También se argumenta de la gran derrama económica y los empleos que generaría. En este aspecto  se realiza un manejo parcial porque los jugosos contratos sólo se asignarían a grandes empresas, ninguna guerrerense tiene capacidad y mucho menos los “cuates” que les ayuden a que se las asignen, ya no digamos capacidad técnica, incluso los contratos de acarreo de materiales están o bien asignados vía el sindicato de CFE a sus empresas o con empresas con grandes góndolas de las que no existen en la zona, enviándose fuera de la entidad, según estimaciones serias, más del 95% de los recursos.
Por otra parte el grueso de la derrama en salarios seria para personal técnico y operadores de equipo y maquinaria, la mayoría de los cuales tendrían que contratarse fuera de la entidad. ¿Entonces qué quedaría para los guerrerenses?  Conflictos sociales por el despojo que se pretende realizar, sin dar alternativas productivas reales a los habitantes de la zona. Conflictos sociales por la explosión demográfica derivada por la llegada de aproximadamente dos mil trabajadores de otras entidades con sus familias sin contar con servicios adecuados que una vez terminado el proyecto serían desempleados pues la hidroeléctrica ya en operación sólo dará empleo a no más de una docena de trabajadores.  Problemas ambientales por el impacto que genera un embalse de ese tamaño. Problemas urbanos por la creación de una zona habitacional de alto nivel que demandará servicios, entre ellos agua tomada directamente del embalse, que al mismo tiempo será contaminado en deterioro de aguas abajo, las que serán servidas posteriormente al puerto de Acapulco. Todo ello en función de que no se han realizado ni los estudios integrales de impacto y según palabras de los directivos de CFE la función de este organismo paraestatal es generar electricidad, no generar condiciones de vida digna para la población local y mucho menos prever el tremendo impacto al núcleo poblacional más importante de Guerrero, Acapulco.
Los negocios gubernamentales tanto del estado como federales, son lo que está prevaleciendo sobre el futuro de la población de Acapulco, como bien lo señala López Obrador y por fortuna ahora lo respalda el candidato Ángel Aguirre. Mejor le pedimos a Zeferino que siga quedando bien y siga zalamero con su patrón René Juarez y no trate por la fuerza en sus últimos días lo que no pudo realizar con una adecuada negociación y defensa de los intereses de los guerrerenses para que el proyecto realmente beneficiara a la población, en principio de la zona, y de Acapulco. Pero sabemos que al gober-negocios sólo le interesan los particulares. Aunque ahora ya tiene en Manuel Añorve a un promotor de problemas para Acapulco, ¿Será que amaga por anticipado del resultado adverso que en los comicios le darán los habitantes de la región de Acapulco?
Titishando: Los integrantes del Consejo de Pueblos de la Tierra Caliente integrado por destacados profesionistas y personalidades de esa entrañable región, enviaron una carta abierta al diario El Sur  en donde relatan las experiencias negativas de tipo económico ambiental y social que por una deficiente planeación y previsión ha ocasionado la Presa el Gallo. Este escrito es una imagen real y palpable de los efectos de una gran obra realizada de espaldas a los requerimientos regionales de largo plazo. Este grupo nos muestra la realidad. ¿Querrán los habitantes de Acapulco en algunos años mirarse en este terrible espejo?  Los grandes negocios no deben hacerse sobre los hombros de los pueblos, mucho menos de esa gran ciudad y puerto que es Acapulco.

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