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sábado, 18 de diciembre de 2010

Por qué no a La Parota.

Héctor Manuel Popoca Boone.
“La verdad os hará libres” Juan, 8.32
Al igual que otros analistas, hace cinco años escribí un artículo de opinión (Sur 18/08/2005) dando razones del por qué no debería construirse la mega presa La Parota como estaba y sigue estando concebida. Revisemos los argumentos a la luz del tiempo transcurrido y del espacio periodístico concedido.
Reiteramos lo ya sabido: Organismos internacionales y personalidades científicas en la materia han advertido de los riegos climatológicos, hídricos, edafológicos, sísmicos, prematuros azolvamientos, abatimiento de mantos freáticos, etc., que conlleva construir embalses artificiales de gran magnitud en zonas poco estabilizadas geológicamente hablando, como las localizadas en fallas tectónicas.
Embalses de menor tamaño, escalonados a lo largo del rio Papagayo, pudieran ser proyectos alternativos interesantes a semejanza de los construidos a lo largo del rio Mississippi en el estado de Wisconsin, EUA.
En el contexto ineludible del calentamiento global planetario, la pregunta inquietante es: ¿Queremos arriesgarnos a que con frecuencia presenciemos huracanes tipo Paulina en el puerto de Acapulco? Constatado está que los grandes envasamientos de agua facilitan el efecto invernadero climático con los efectos consabidos.
Vale la pena conocer las experiencias desagradables que han sufrido otros pueblos con las grandes presas construidas en la India, China o en países de África. Las afectaciones negativas sociales, de seguridad, salud y ecológicas de esas obras están documentadas en revistas científicas. Recomendable es que primero escuchemos a los expertos -y no tan solo a los tecnócratas- antes de embelesarnos con el tintineo de las monedas.
Desde el punto de vista de generación de electricidad dejó de ser prioridad La Parota. En efecto, de manera inconstitucional y soterrada, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha privatizado la producción del fluido eléctrico a nivel nacional. El resultado es que a la fecha el 45 % de la generación de esta energía estratégica para el país ya está en manos de empresas privadas. Es un vector más de un neoliberalismo económico que ha empobrecido a tantos y enriquecido a unos cuantos. No son dichos, son hechos constatables con estadísticas oficiales.
La desnacionalización de la industria eléctrica produjo de facto que haya quedado subutilizada la infraestructura mexicana de electricidad en un 40 % para poder favorecer económicamente a las generadoras privadas, tanto locales como extranjeras.
En Tabasco, por ejemplo, se generó la conjetura, no desmentida oficialmente, de que con la torva manipulación del desfogue de las presas hidroeléctricas de la CFE se protegieron los ingresos económicos de las empresas eléctricas privadas a costa de fuertes inundaciones que sufrieron pueblos y la misma ciudad de Villahermosa. Esa es una muestra de un capitalismo inhumano, salvaje y rapaz.
Hasta ahora las hidroeléctricas y la termoeléctrica, construidas en Guerrero, no han provocado desarrollo regional. Veamos lo que hay alrededor de la presa El Infiernillo, La Venta, El Caracol, la anexa a la hidro-agrícola del Gallo y la de Petacalco: pobreza y más pobreza. No hay nada más. ¿Por qué ahora va ser diferente? Los directivos de la CFE no han variado su forma de comportarse, al contrario, se han vuelto más corruptos. ¿Acaso no fue escándalo público el yate de lujo, producto de sobornos, confiscado a uno de ellos en Acapulco?
Los empleos eventuales que se generaron en la construcción de las presas anteriormente mencionadas contribuyeron más a la desintegración familiar que a otra cosa. El sin número de cantinas y prostíbulos fueron los privilegiados receptáculos de los salarios de los trabajadores temporales con los problemas de salud pública aparejados. Es más, muchos de los trabajadores y transportistas de carga no fueron locales; vinieron de fuera porque esa es una prerrogativa del sindicato charro que manipula la CFE.
Pero ahora nos pintan peor la situación. El engatusamiento social con los negocios económicos colaterales que se establecerán por parte de los oligarcas, la mafia política nacional y sus mosqueteros locales, pretende abarcar tres veces más terrenos que los originalmente requeridos para la operación de la mega presa.
Ello para dar cabida a los desarrollos turísticos inmobiliarios de clase alta, los bulevares escénicos, los restaurantes de lujo, los paraderos náuticos, las marinas, los campos de golf, las mil y una ensoñaciones de entretenimiento y esparcimiento a desarrollar para pudientes. Y no precisamente por los actuales propietarios de las tierras. Ellos y sus hijos quedarán, previo desalojo de sus pueblos y parcelas, como mozos y jardineros, sus esposas e hijas como meseras o mucamas, así acontece hoy en la zona del Acapulco Diamante.
¿O qué? Los grandes inversionistas privados pretenden asociarse con los campesinos. ¿De cuando acá?
 Aún está pendiente de escribir la historia documentada de la forma canallesca del despojo a los campesinos de sus tierras en la zona del Acapulco Diamante a cambio de cuentas de cristal por parte del organismo gubernamental PROTUR para luego revenderlas en dólares o bien donarlas a políticos y ex presidentes de la República.
¿Dónde quedó el dinero producto de ese súper millonario negocio inmobiliario? Digámoslo claro: PROTUR ha sido, desde siempre, la caja grande de enriquecimiento y saqueo de los gobernantes estatales.
La construcción y financiamiento de la mega presa será un pingüe negocio multimillonario de altos funcionarios federales corruptos y de magnates empresariales inescrupulosos. La constructora -presumiblemente CARSO-, y el banco -probablemente INBURSA-, serán los que en primera instancia reciban las altas ganancias económicas que deje la puesta en marcha de la obra. Estas se estiman, por ambos conceptos, en un monto inicial de alrededor de trescientos millones de dólares, libres de polvo y paja. Un dato de pista: El hermano del director general de la CFE es uno de los hombres fuertes del director general de TELMEX.
Durante más de siete años de infructuosa gestión, los directivos de la CFE han tratado de chantajear y comprar económicamente a medio mundo en Guerrero, desde gobernantes, presidentes municipales, políticos, lideres venales, investigadores universitarios, organizaciones empresariales, medios de comunicación, hasta sencillos campesinos.
La torpeza, prepotencia y soberbia exhibida han sido tan infinitas por parte de la CFE, como también ha sido sempiterna la resistencia popular. El trabajo sucio la CFE se lo dejó al gobierno estatal fallido y lo ha cumplido con creces. No tienen en cuenta la lección principal de la fracasada construcción del aeropuerto de San Pedro Atenco, Estado de México: Con el pueblo todo es posible, sin el pueblo nada.
Con las graves e irresponsables incitaciones a movilizaciones sociales provenientes del gobernante estatal a unos cuantos meses de fenecer su mandato, lo único que puede provocar es incrementar peligrosamente el nivel alcanzado de crispación social ya de suyo grande.
Con el uso de la represión social y la corrupción no se llega a nada, menos con un proyecto de enclave económico cuyos beneficios directos no lo serán para los actuales poseedores de las tierras.
Socialmente no es un proyecto incluyente, es totalmente excluyente. La mala manera de imponerlo destruyó la buena finalidad posible. Teñirlo de sangre o con pérdida de vidas redituará en nada para el progreso, la convivencia pacífica y social anhelada y aún no alcanzada por los guerrerenses.
El rechazo a La Parota, tal y como está concebida por la CFE, no es capricho de López Obrador, él recoge una negativa acumulada de años atrás de muchos guerrerenses.
No estamos en contra del desarrollo y progreso regional de los pueblos; sí contra un crecimiento económico con expoliación social y para beneficio de unos cuantos, en el marco de un colonialismo económico trasnochado.
PD1. Otro Guerrero y otro Acapulco -del pueblo, para el pueblo y con el pueblo- son posibles. Afortunadamente el equipo que formula la propuesta de programa de gobierno de Ángel Aguirre está trabajando en una alternativa de desarrollo más humana y de nulo saqueo para esa región de Acapulco.
PD2. Otros compromisos propuestos para firma el próximo domingo con Ángel Aguirre deben matizarse si no queremos caer en la prolífica demagogia desatada por Manuel Añorve, como lo es dar subsidios sin tener el respaldo presupuestal estatal aprobado. No es posible dar plazas magisteriales al por mayor cuando es extensa la fuerza de la aviación educativa. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las aportaciones federales ya vienen etiquetadas. No caer en indebidas injerencias sobre competencias del poder legislativo, violación a la autonomía universitaria o mantener el negocio vía subsidio al fertilizante del capo mayor de la mafia política estatal, por ejemplo. Sí debe ser indeclinable el combate a la corrupción y la perentoria vigencia de una auténtica austeridad republicana. En fin, lo importante es que se acuerde observar el espíritu y los efectos que mueven a los compromisos, más que cumplirlos a la letra exacta propuesta.

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