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Jueves 02 de Diciembre de 2010 10:37 Alfredo CRUZ VALENCIA
PROPUESTAS Y DEMAGOGIA
El Gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo “ventaneó” a los candidatos a sucederlo en la gubernatura de nuestra entidad al señalar que muchas de las promesas que están vertiendo no es posible las cumplan debido a que se salen del contexto (no en estas palabras, pero más o menos) y agregó que para Guerrero se ha aprobado un presupuesto en el orden de los 40 mil millones de pesos “como si fuera a gobernar yo”, dijo el mandatario; es decir, bajo una estricta administración, que es lo que ha caracterizado al todavía Jefe del Ejecutivo Estatal.
Hace algunos meses, en este mismo espacio, un servidor presentaba un punto de vista respecto a la forma de gobernar de Zeferino Torreblanca Galindo, quien como empresario marcó su gobierno bajo una estricta disciplina administrativa, sin caer exageradamente en políticas paternalistas; es más, siempre intentó suprimir algunos programas sociales que en nada benefician a los productores y sí los hacen más dependientes del gobierno en turno, como por ejemplo el programa del fertilizante, impuesto por el ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa, que por cierto es una de las “banderas sociales” que enarbola Manuel Añorve Baños para allegarse más votos.
En más de una ocasión escuché los discursos dados por el Gobernador en sus giras por la Tierra Caliente y a decir verdad, me parecían planes muy buenos, pero desafortunadamente los campesinos de Guerrero no estaban ni están preparados para caminar solitos y lanzarse a la aventura como emprendedores o pequeños empresarios. Recuerdo a un sociólogo y antropólogo sudamericano de nombre Polan Lacki que escribió un libro: “El Libro de los Pobres Rurales” en el que señala que mientras los productores de América Latina no salgan de la actual agricultura “arcaica y rudimentaria”, jamás podrán ser competitivos, agrega que “es necesario introducir innovaciones tecnológicas, gerenciales y organizativas”. Es necesario que los productores se conviertan en pequeños empresarios, pero para ello hace falta cambio de actitudes y 70 años de paternalismo pesan y será muy difícil hacer cambiar la mentalidad, sobre todo inyectar recursos para empujar esto.
Por ello el que Manuel Añorve Baños esté prometiendo regalar todo el fertilizante se me hace una promesa que pinta para incumplirse, porque además de temeraria al marcar un retroceso, está fuera de contexto debido a lo señalado por el Gobernador, respecto a que los 40 mil millones de pesos ya están etiquetados y es imposible además ponerse a regalar nada so pena de enfrentar un quiebre financiero muy fuerte. Son pues promesas demagógicas las que está haciendo Manuel Añorve, que a costa de lo que sea, pretende ganarse al electorado y esto sencillamente no se vale, porque él sabe que está mintiendo.
Hacen falta verdaderas propuestas que estén sustentadas en la realidad que se vive en Guerrero, y el que estemos en plena campaña política, no quiere decir que los aspirantes prometan hasta lo imposible, como el chiste que les contaré: Un político estaba vociferando y arengando a los votantes para que votaran por él y para conseguirlo les dijo que les construiría un puente, pero alguien de los que estaban escuchando le aclaró: “señor candidato, aquí no tenemos río…” y el político le contesta: “¡pues les construyo un río…!”. Es un chiste muy conocido que habla de la forma en que se conducen los políticos baratos, que con tal de ganar la preferencia de los electores, prometen lo que no van a cumplir. Es tiempo de analizar y escuchar las mejores propuestas, pero que éstas sean viables; ¿no lo considera usted así?
El Gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo “ventaneó” a los candidatos a sucederlo en la gubernatura de nuestra entidad al señalar que muchas de las promesas que están vertiendo no es posible las cumplan debido a que se salen del contexto (no en estas palabras, pero más o menos) y agregó que para Guerrero se ha aprobado un presupuesto en el orden de los 40 mil millones de pesos “como si fuera a gobernar yo”, dijo el mandatario; es decir, bajo una estricta administración, que es lo que ha caracterizado al todavía Jefe del Ejecutivo Estatal.
Hace algunos meses, en este mismo espacio, un servidor presentaba un punto de vista respecto a la forma de gobernar de Zeferino Torreblanca Galindo, quien como empresario marcó su gobierno bajo una estricta disciplina administrativa, sin caer exageradamente en políticas paternalistas; es más, siempre intentó suprimir algunos programas sociales que en nada benefician a los productores y sí los hacen más dependientes del gobierno en turno, como por ejemplo el programa del fertilizante, impuesto por el ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa, que por cierto es una de las “banderas sociales” que enarbola Manuel Añorve Baños para allegarse más votos.
En más de una ocasión escuché los discursos dados por el Gobernador en sus giras por la Tierra Caliente y a decir verdad, me parecían planes muy buenos, pero desafortunadamente los campesinos de Guerrero no estaban ni están preparados para caminar solitos y lanzarse a la aventura como emprendedores o pequeños empresarios. Recuerdo a un sociólogo y antropólogo sudamericano de nombre Polan Lacki que escribió un libro: “El Libro de los Pobres Rurales” en el que señala que mientras los productores de América Latina no salgan de la actual agricultura “arcaica y rudimentaria”, jamás podrán ser competitivos, agrega que “es necesario introducir innovaciones tecnológicas, gerenciales y organizativas”. Es necesario que los productores se conviertan en pequeños empresarios, pero para ello hace falta cambio de actitudes y 70 años de paternalismo pesan y será muy difícil hacer cambiar la mentalidad, sobre todo inyectar recursos para empujar esto.
Por ello el que Manuel Añorve Baños esté prometiendo regalar todo el fertilizante se me hace una promesa que pinta para incumplirse, porque además de temeraria al marcar un retroceso, está fuera de contexto debido a lo señalado por el Gobernador, respecto a que los 40 mil millones de pesos ya están etiquetados y es imposible además ponerse a regalar nada so pena de enfrentar un quiebre financiero muy fuerte. Son pues promesas demagógicas las que está haciendo Manuel Añorve, que a costa de lo que sea, pretende ganarse al electorado y esto sencillamente no se vale, porque él sabe que está mintiendo.
Hacen falta verdaderas propuestas que estén sustentadas en la realidad que se vive en Guerrero, y el que estemos en plena campaña política, no quiere decir que los aspirantes prometan hasta lo imposible, como el chiste que les contaré: Un político estaba vociferando y arengando a los votantes para que votaran por él y para conseguirlo les dijo que les construiría un puente, pero alguien de los que estaban escuchando le aclaró: “señor candidato, aquí no tenemos río…” y el político le contesta: “¡pues les construyo un río…!”. Es un chiste muy conocido que habla de la forma en que se conducen los políticos baratos, que con tal de ganar la preferencia de los electores, prometen lo que no van a cumplir. Es tiempo de analizar y escuchar las mejores propuestas, pero que éstas sean viables; ¿no lo considera usted así?
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