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domingo, 14 de noviembre de 2010

Así van.

Octavio Augusto Navarrete Gorjón

Ángel Aguirre comenzó su campaña formal por la gubernatura con una marcha multitudinaria en Acapulco.  Impactó tanto su movilización que impuso en la agenda el tema sobre el gobierno acapulqueño.  Dijo que aquí había promesas incumplidas y Manuel Añorve respondió diciendo que había recibido una ciudad devastada (así, con v labiodental; no  con b de burro, como lo publicó El Sur).  Cierto o no, el caso es que el presidente con licencia se puso a la defensiva y ha hecho declaraciones quizá ciertas, pero difíciles de comprobar, como la de que el propio Aguirre le habría sugerido fincar responsabilidad penal al ex presidente Félix Salgado Macedonio.
Manuel Añorve ha respondido pronto a las acusaciones, pero al hacerlo se coloca a la defensiva.  La frase de Ángel Aguirre de que él nunca ha sido presidente de Acapulco reafirma el tema.  Añorve tiene que sacar pronto la polémica de ese lugar, si no quiere empantanarse en un asunto donde lleva todas las de perder.  Quizá debe dar pasos laterales, alzar la mira y ubicar sus objetivos en otra parte.  El que pega primero pega dos veces y Ángel Aguirre sacudió a la coalición que tiene enfrente y desde la marcha del domingo (domingo siete, vaya fecha) la ciudad se estremece cada vez que se pronuncia su nombre.
Pero no hay que irse con la finta.  Una buena marcha no siempre es sinónimo de triunfo.  Cuando se disputó la presidencia acapulqueña, Gloria Sierra hizo la marcha más grande, le siguió Luís Walton con un contingente menor.  Añorve ni siquiera marchó; realizó una concentración de mujeres en el centro de Convenciones.  Cuatro días después se alzó con la victoria.  Los contingentes de los cierres fueron inversamente proporcionales a la cosecha de votos; ganó el que hizo el evento menos concurrido.
La coalición Tiempos Mejores tuvo una oportunidad de oro y la dejó ir.  Marcelo Ebrard vino al arranque de campaña de Aguirre y anunció que se replicarían en Guerrero los programas que tiene el gobierno de la ciudad de México.  Todos sabemos de las bondades de esos programas; el Distrito Federal es el único lugar del país donde rige el Welfare State; es decir, un masivo plan asistencialista y educativo para niños, ancianos, madres solteras, jóvenes, personas con capacidades diferentes y personas con enfermedades crónico-degenerativas.  Pero todos sabemos también la enorme diferencia entre los recursos que tiene el Distrito Federal y los que manejan los gobiernos estatales.  Hablar, como lo hizo Ebrard, de una copia automática de programas es no conocer las realidades tan disparejas que se están comparando.  Si algunas propuestas que se han hecho en estas campañas suenan demagógicas, las de Ebrard, aparte de eso, constituyen una burla a nuestra condición de estado pobre.  La pobreza en los estados del sur comienza por la pobreza de sus presupuestos estatales.
Ir contra los planteamientos de Ebrard (que no contra sus propuestas, que son buenas) hubiera ubicado a la coalición Guerrero nos Une como incapaz de elaborar sus propios proyectos y hubiera sido un buen mensaje para el lopezobradorismo guerrerense.  Tal vez hasta se pudieran comparar los discursos de López Obrador con los de Ebrard.  El tabasqueño siempre habla de proyecto de nación, no circunscribe su oratoria a la de un matraquero menor.


Otro error de Ebrard fue decir que la ventaja estadística de Aguirre es de siete puntos.  No sabe que Añorve remontó casi veinte puntos cuando fue candidato y ganó la alcaldía acapulqueña.
En conclusión, Tiempos Mejores tuvo una buena oportunidad que dejó ir y la coalición Guerrero nos Une lo colocó a la defensiva en la primera semana de escaramuzas.  Hoy es 11 de noviembre; queda exactamente un mes para el periodo Guadalupe-Reyes; si de aquí a entonces la coalición Tiempos Mejores no sube en las preferencias, será muy difícil que lo haga en la segunda y tercera semana de enero.  Veremos qué pasa en estos cruciales 31 días; mientras las articulaciones de nuestros viejitos nos dicen que el invierno será crudo; que el cambio climático hace que haga frío donde nunca lo había habido y que la violencia de la guerra de bandas, el fuego cruzado y el saldo cotidiano de crímenes no logra meter calor a un tiempo helado que se siente en el alma.  Eso me recuerda un verso de Elías Nandino:
Cada día te ofrezco una alborada/ de ilusión y de vida, todo un cielo/ palpitante de sol, que funda el hielo / y transforme tu cuerpo en llamarada.  Pero toda mi vida es poca vida/ para matar la muerte que se esconde/y circula en tu sangre adormecida.  Has desatado el nudo de tus brazos/tu voz a mi llamado no responde/y es sólo un eco, el paso de tus pasos.

CORREO CHUAN
Dijimos que cada veinte días o antes si sucedía algo extraordinario.  Ocurrió, la marcha de Ángel Aguirre es un dato relevante.  La fuerza del evento permitió llevar el debate a los linderos de la presidencia municipal de Acapulco.  Los candidatos hablan como si compitieran para gobernar el puerto.  Menos Ebrard, claro, que compite por vendernos una isla Barataria.  Puntos buenos para el primo; o sea, para el de Ometepec; no, para el que viene del PRI… no (qué problemas con los sinónimos; tan fácil que es decir: Ángel Aguirre).  El correo chuan hoy llegó adelantadito; trae noticias de lo que tempranamente se movió y amaga con llegar a enero con una correlación de puro trámite para Guerrero nos Une.  Zapata 21 es una dirección…  (Que no es Zapatazo, la columna se llama ASI VAN… y tendrá de aquí a finales de enero un seguimiento de las campañas electorales).  Bueno, si ellos se van, yo también me voy como dice el tango (Caminito, de Juan de Dios y Gloria; yo pensaba que era de Discépolo).   A propósito, tenemos otro verso de Nandino, poeta jalisciense; uno de los primeros grandes en salirse del clóset: “Antes me vengaba de todos, ahora no me vengo con nadie”.

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