Powered By Blogger

domingo, 21 de noviembre de 2010

EDITORIAL

EDITORIAL
Un “estate quieto” necesario
El secretario de Desarrollo Social del gobierno del estado, Fernando Donoso Pérez, le dio un aplacón ayer al alcalde sustituto de Acapulco, José Luis Ávila Sánchez: le recordó que como autoridad municipal no debe entrar en el debate de la contienda electoral, la cual es, hay que agregar, arena de los candidatos y los partidos.
Luego, le aclaró que las obras que su gobierno –y el del ahora candidato a gobernador, Manuel Añorve Baños– pretenden lucir, no les pertenecen, pues fueron realizadas por el gobierno del estado o por los perredistas que le antecedieron, y que es esta administración –que en año y medio ya lleva tres alcaldes– la que no ha hecho nada.
Y es que los añorvistas han presumido como suyas las obras viales en Cayaco y Puerto Marqués, cuando las realiza el gobierno estatal; la señalética en la Costera, que también hizo el estatal; los accesos a las playas, que se hicieron en la administración de Félix Salgado; el saneamiento de la bahía, cuyos recursos se consiguieron durante la administración anterior, cuando Salgado Macedonio tuvo que ir a pelearlos a la capital con Conagua. A cambio, esta administración no ha podido comprar ni una sola patrulla de tránsito, no ha resuelto el problema del agua que Añorve ofreció resolver con una inversión de 16 millones en los manantiales de El Chorrillo, en Coyuca de Benítez, y a un año y medio sigue culpando a sus antecesores; tampoco dicen que el paso Bicentenario costó 125 millones mientras el de la vía rápida de Aguas Blancas, con una extensión mayor, sólo 45.
El caso es que el ayuntamiento de Acapulco se ha convertido en un grosero operador de la campaña de Manuel Añorve, no sólo a través de su presidente, sino de toda su infraestructura. Un ejemplo es de ayer, que mientras Ávila inauguraba el paso Bicentenario, a los asistentes se les dieron gorras y camisetas de Añorve; y la guarnición de la vialidad, pese a que debe ser amarillo por cuestiones de protección civil, se le pintó de verde, como la campaña añorvista; y apenas concluyó el evento, fueron colocados en todos los postes del nuevo paso, gallardetes con la imagen de Añorve.
Es, pues, un burdo y abierto proselitismo desde el ayuntamiento a favor del candidato del PRI, que alguien debería contabilizar

No hay comentarios:

Publicar un comentario