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miércoles, 17 de noviembre de 2010

La alternancia de Añorve vs la transformación de Aguirre.


La alternancia de Añorve vs la transformación de Aguirre: litis política

RUBÉN CAYETANO GARCÍA

En derecho se establece que la litis es pleito o controversia, ésta debe quedar bien definida durante el proceso para resolver un conflicto. En política los actores tratan de evitar la litis, sin embargo ésta ocurre por naturaleza misma de los quehaceres políticos, llega por añadidura.
La litis en política, considero, constituye el conflicto de teorías a través de las cuales los políticos definen sus proyectos, su manera de ver un pueblo con relación a sus autoridades, las visiones de un estado o nación.
Carlos Salinas de Gortari, en conferencia ante el Instituto Federal Electoral, señaló que a México le conviene la alternancia, sugiriendo el retorno del Partido Revolucionario Institucional a la presidencia de la república. Bajo éste planteamiento el ex presidente cree que en el país un cambio sutil, simulado y terso es lo mejor, para él la alternancia es una oportunidad de mejorar las circunstancias que vive el país.
En contrapostura Andrés Manuel López Obrador, considera que la alternancia no es suficiente, mientras ésta se dé entre el PAN con el PRI, patentiza que éstos no garantizan verdaderos cambios para alcanzar mejores expectativas de vida de los mexicanos. Plantea la transformación de la vida pública de México mediante acciones de fondo en materia social, económica, educativa, justicia y salud, una reforma energética que sea autosuficiente para México, un mayor apoyo al campo para volverlo más productivo, una consciente política ambiental y una solución al problema migratorio bajo un proyecto sensiblemente patriota, una nueva corriente de pensamiento que genere el retorno de los valores de la familia mexicana y ética en las funciones públicas, entre muchas otras.
Esa es la litis política a la que me refiero; a la óptica opuesta de ver y de hacer política según la pretensión o visión que se tenga del poder, no al término común que significa pleito. La litis de altura es sana para que el elector pueda elegir democráticamente entre una y otra propuesta o proyecto de gobierno o de estado.
En tiempos electorales la litis política encuentra su punto más álgido, en la oferta de gobierno que, hoy en día, realizan los candidatos a la gubernatura de guerrero. Es así como Manuel Añorve Baños ha dicho que va por la alternancia en el gobierno, mientras Ángel Aguirre Rivero por la transformación del estado.
Para Añorve Baños la alternancia significa un cambio de siglas de partido en el gobierno, un cambio en la forma no en el fondo, sutil, no complicado, como siempre. Y es que no plantea nada nuevo, incluso las propuestas no discernidas en sus espectaculares son tan solo promesas. “No a la tenencia”, así nada mas vista como anuncio, es un planteamiento vacío, sin contenido ni argumentos de debate para justificar como lo logrará, pero además sin considerar que es algo que el gobierno federal ya tiene resuelto. “Un hospital regional” que no indica la región ni en que especialidad; “más becas”, más esto y aquello; por igual. Y es que la alternancia por sí sola, no abona nada que no sea el cambio en el gobierno.
Aguirre Rivero, con vasta experiencia en los quehaceres públicos, apuesta por la transformación, no del gobierno, sino del Estado, planteando una nueva constitución que incluya nuevas figuras democráticas como el referéndum y el reconocimiento a los derechos indígenas entre otros. El decálogo de Acapulco presentado el pasado 7 de noviembre es, por ejemplo, una visión de estado con acciones de gobierno certeras y precisas, atiende y entiende que la afluencia vehicular son ya un problema de imagen del puerto y propone un plan rector de transporte y vialidad; asimismo el desordenado crecimiento urbano debe tener una urgencia planificadora, destacando la prohibición de construcciones en zonas accidentadas y de riesgos; el pactar que desde los vagones del metro y delegaciones de la capital del país la difusión y promoción de Acapulco sea un hecho, genera gran expectación y esperanza para levantar otra vez a Acapulco como lo hizo desde el Paulina; el proyecto Lomas de Chapultepec para resolver el problema de abasto de agua en las colonias populares del municipio más importante del estado; constituyen en suma sólo parte de una transformación de las instituciones en el arte de servir y gobernar nuestro complejo y singular estado suriano.
En síntesis: mientras que Manuel Añorve trata de convencer a los guerrerenses que un cambio de gobierno, del PRD al PRI, es lo que nos conviene, que salga Zeferino Torreblanca para que entre él; a Ángel Aguirre, no le preocupa el gobierno, sino el estado, su estructura, su problemática y sus vías de solución; es decir, que el estado funcione como maquinaria pública al servicio de los guerrerenses en todas sus atribuciones.

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