¡en guardia!

¡en guardia!
Los tiempos mejores se ponen peores

No ha sido este fin de semana precisamente productivo para el añorvismo pese a que su abanderado Manuel Añorve, quien suele solicitar el auxilio de Dios en su campaña —la de Manuel, no la de Dios—, anda tras un hueso laico.
Dígalo si no, don José Luis Ávila, presidente municipal de Acapulco —en funciones mientras retorna el priísta MAB de su aventura electorera, a continuar cobrando en el presuntamente hache Ayuntamiento porteño.
El susodicho don Chelis, uno de los más activos promotores y propagandistas de Añorve, habría recibido una tunda verbal que lo puso más verde que a los señalamientos pintados de ese color sólo por hacer propaganda a MAB pues el color digamos “oficial” es el amarillo Caterpillar en el cacareado Paso Bicentenario. Y no conforme, en pleno acto “de Gobierno”, el susodicho regaló gorras verdes y camisas verdes como las que gasta MAB. Algo penado por el IEE.
Y para su mala suerte, fue un aliado; o sea, el extranjero “nacionalizado mexicano” Fernando Donoso, quien tuvo que enmendarle la plana.
Donoso, prócer que cobra como titular de la Secretaría de Desarrollo Social —no necesariamente porque sea más trinchón que todos los compatriotas vivos, para ese hueso, sino precisamente porque ahí lo “acomodó” su amigo y protector el señorgobernador— le habría puesto un freno de mano al sustituto alcalde, quien junto con su patrón el candidato de los “tiempos mejores” se la pasa haciendo caravanas con sombrero ajeno; es decir, presumiendo para efectos de campaña, obras en las que por supuesto no tuvo “vela en el entierro”.
Por ejemplo, las obras viales de Puerto Marqués y del Cayaco… o los accesos de playa realizados durante la gestión de Félix Salgado quien además “cabildeó” con el titular de la Conagua…
Por contraposición, Añorve no resolvió el asunto de El Chorrillo —agua para Acapulco, no malestar intestinal— además de que existe sospechosismo en torno de los millones presuntamente invertidos en el Bicentenario.
En cuanto al propio candidato Añorve, de quien Ávila es evidentemente promotor electorero transgrediendo las normas, tampoco le fue muy bien entre sus seguidores.
MAB habría dejado plantados a varios seguidores aquí en Chilpancingo. Lo esperaban para agasajarlo con una comilona, pero MAB simplemente no llegó. Presuntamente atendería en Acapulco a una persona “mucho más importante”: Elba Esther Gordillo.
El otro dislate se adjudica a un tal Félix Castellanos, quien habría ordenado que no le sirvieran comida a todo aquél que no esperase al señorcandidato. Ello cuando observó que algunos concurrentes “se acercaban a donde estaba la comida porque era mucho esperar y ya tenían hambre”…
Bueno. Esos “ayunantes a web”, ya tienen una idea de la forma en que serían tratados en “tiempos mejores”… ¡Salud!