De algo o de alguien viene aquello que motiva el comportamiento de los políticos. La Revolución francesa con sus actores fue la gran influencia en el mundo entero, la Rusa fue un detonante histórico contra el capitalismo, la Revolución Mexicana puso su grano de influencia en la historia por la democracia, la cubana dijo a la humanidad que el foco guerrillero era el camino de la historia, y la Primavera de Praga guió la acción de las juventudes del mundo por las libertades democráticas.
En México hay hechos y personajes que guían la política. Hidalgo y Morelos son inevitables en la Independencia, lo mismo que Guerrero y los Bravo; sin Juárez no hay Reforma; Madero, los Flores Magón, Zapata y Villa son imprescindibles en la Revolución Mexicana; Othón Salazar, Demetrio Vallejo y Valentín Campa son referencia inevitable en las lides sindicales y políticas de los años cincuenta; y el 68 con sus múltiples liderazgos lo son en la lucha por las libertades políticas en México.
Pablo Sandoval Cruz, y demás dirigentes de la lucha por la autonomía y contra el autoritarismo de Raúl Caballero Aburto, son referentes obligados en Guerrero, lo mismo que el movimiento cívico y Genaro Vásquez Rojas contra el autoritarismo del PRI en ese tiempo; Lucio Cabañas, Serafín Núñez y decenas de dirigentes magisteriales lo son en los años sesenta, lo mismo que los movimientos y organizaciones de familiares contra la represión en los setenta.
Con Alejandro Cervantes Delgado como gobernador la relación con la sociedad y las organizaciones políticas tuvo un giro, hubo un amnistía política de verdad, y la persecución política que caracterizó a su antecesor Rubén Figueroa Figueroa cesó. José Francisco Ruiz Massieu fue el típico déspota ilustrado con quien la democracia tuvo un costo elevado. Rubén Figueroa Alcocer quiso emular al padre, lo que consigue con un acto represivo inexplicable, como todos, en Aguas Blancas.
Hay actores políticos que han tenido un sello inviolable, como Othón Salazar, el Dr. Pablo Sandoval o Lucio Cabañas. Su formación viene desde la izquierda y ahí se mantienen por siempre. Hubo otros como Cuauhtémoc Cárdenas y Muñoz Ledo a nivel nacional, que rompen con el autoritarismo de su partido. En Guerrero el caso más notable de este tipo en los sesenta fue el de Genaro Vázquez, quien antes de convertirse en icono guerrillero enfrenta el autoritarismo de su partido, el PRI.
En circunstancias distintas pero parecidas, Aguirre Rivero tiene similitudes con Cuauhtémoc Cárdenas y Genaro Vázquez que en su militancia priista, buscan la democracia en su partido, se las niegan y rompen en busca de espacios de participación. Lo mismo que Cárdenas y Vázquez Rojas enfrenta a su partido, en el caso de Genaro con la Asociación Cívica Guerrerense, en el de Cuauhtémoc Cárdenas con el Frente Democrático Nacional, y en el Aguirre Rivero con la Coalición Guerrero nos Une.
Nada de lo anterior es ocioso, nos explica las motivaciones políticas de los principales contendiente por el gobierno de Guerrero, Ángel Aguirre y el de su ex partido. El del tricolor se quedó en el seno del autoritarismo símbolo de la mentira, el despilfarro, el endeudamiento, el fraude, vinculado a la expresión más pura de la represión como Rubén Figueroa, o de la frivolidad política del gobernador del estado de México, y sus rostros del marketing parte del paquete televiso.
Ángel Aguirre Rivero estuvo vinculado al maestro Othón Salazar Ramírez, es apoyado por el Dr. Pablo Sandoval Cruz, está dispuesto a enfrentar el pasado represivo de Guerrero con una Comisión de la Verdad, fue discípulo y es émulo de Alejandro Cervantes Delgado; lo mismo que Cárdenas y Genaro Vázquez rompe con el autoritarismo priista, generando un movimiento que reclama un gobierno en el que la transformación y el cambio sean su signo. Igual que ellos, hace historia.
Esto lo dejó plasmado ayer, al hacer un compromiso público con un Programa de Gobierno que significa una verdadera transformación en Guerrero. No será fácil, pero en ese compromiso a muchos guerrerenses Guerrero nos Une. Por eso la guía de los hechos y los personajes que han luchado por la democracia no debemos perderlos de vista, es cosa de mantener vivos sus ideales, sus convicciones, su lucha por un Guerrero que salga del rezago para entrar al desarrollo. Es cosa de mantener vivas las motivaciones políticas.
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