La recta final

El Sur  23/01/11

Fernando Pineda Ochoa
Con solidaridad fraterna para la familia de Guillermo
Sánchez Nava
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Las campañas por la gubernatura han entrado en la recta final, a la etapa crítica. La última semana distingue a los comicios mexicanos por la organización de fraudes, amenazas, intimidaciones y demás bondades que permite el sistema electoral. Como grandes prestidigitadores los jerarcas priístas destapan la caja de pandora que contiene todas las mañanas y demás saberes de la podredumbre del proceso electivo a la mexicana. Por ejemplo, ya se habla de la circulación de un manual de guerra sucia que han aplicado durante el proceso electoral. Los ciudadanos guerrerenses no deben dejarse intimidar y tampoco deben recibir las dádivas ofrecidas a cambio del voto.
Los integrantes de la Coalición Guerrero nos Une (perredistas, petistas y de Convergencia) saben muy bien que la ruta que los puede llevar al triunfo está muy lejos de competir en recursos materiales y financieros: desplegados, eventos con “artistas” de renombre nacional, promocionales televisivos, encuestas nacionales y locales, reparto de obsequios de todo tipo y de dinero contante y sonante. Cincuenta pesos por cada manta destruida al adversario, mil pesos por el voto… ¿Estará dentro de este paquete de ofertas las golpizas a perredistas y que por mala fortuna le tocó al compañero Guillermo Sánchez Nava ser el primero?
Dos motivos poderosos impiden a la coalición de izquierda seguir por el camino de la guerra de aparatos. Uno de ellos es el principio ético: aunque rechinen dientes y tripas y se diga con cinismo –siglo veintiunero– que eso con qué se come, que tal concepto ya pasó de moda, que se atoró en la política aplicada por los militantes de finales de los años setenta del siglo pasado y por lo tanto ya no es vigente, no importa. Es un blindaje que puede coadyuvar a que los aguirristas se encaminen con paso firme hacia el gobierno del estado. El siguiente motivo es simple: no se tienen las mismas cuentas bancarias. Punto.
Otro aspecto importante que requiere señalarse es la conducta ecuánime de los militantes y simpatizantes de la coalición Guerrero nos Une y de su representante el candidato a gobernador Ángel Aguirre, luego de la brutal agresión al dirigente perredista Guillermo Sánchez Nava por parte de la hordas priístas capitaneadas por el dúo Figueroa-Añorve. Este no es un problema menor. Después del cobarde ataque al compañero, la jerarquía del PRI (nacional y estatal) respondió de manera irresponsable, retadora e indigna, como unos verdaderos truhanes. Sin embargo, hay que recordar que actuar con prudencia no significa olvidar.
Aunque su formación sea priista, Ángel Aguirre no es el mismo adentro que a fuera del PRI. Aunque éste es un partido heterogéneo no deja de ser, paradójicamente, un bloque monolítico, que tiene una forma de pensar, de actuar y de hacer política. En Guerrero priva aún un caciquismo primitivo, atrasado y autoritario que constituye una pequeña burbuja poderosa que somete al resto de sus correligionarios y obviamente aplasta a sus adversarios imponiendo por todos los medios sus intereses económicos, políticos y sociales al pueblo de Guerrero. Aguirre, fuera de esa podredumbre, su don de gente le posibilita adaptarse a otras esferas diferentes del mundo político-social.
Ángel tiene dos ventajas. Es el candidato a gobernador de la coalición de izquierda, integrada por tres partidos, y a la vez representa el sentir de muchísimos ciudadanos sin militancia partidaria. Tampoco podemos dejar de lado a sus compañeros que abandonaron las filas del PRI y se alinearon con su compañero Aguirre Rivero dejando las prebendas que gozan los incondicionales del cacique mayor: Rubén Figueroa. No sabemos con certidumbre cuál será su conducta después del triunfo, pero su actuación depende (mucho) de la capacidad que tengan las organizaciones de la coalición de convertirse sin titubeos en una opción real para resolver a mediano y a largo plazo los problemas más apremiantes de los guerrerenses.
El plan de gobierno que presenta Ángel Aguirre Rivero es producto de doscientas ponencias que presentaron intelectuales, ciudadanos y organizaciones sociales en 10 foros organizados ex profeso, no obstante no se trata de un producto acabado sino de un esbozo que debe ser permanentemente enriquecido. Debe tomarse como el punto de partida para construir un programa que erradique para siempre la pobreza y la marginación de la entidad suriana. Pero es necesario entender que tal aspiración únicamente puede lograrse con la organización y participación consciente de los de abajo. No hay más.
El debate entre los tres candidatos a gobernador es un ejercicio democrático, cuya eficacia depende de la organización del mismo. ¿Quién ganó el debate? Existen evidencias objetivas que pueden determinarlo. Una sería el discurso escrito de cada uno y dos las imágenes grabadas de los tres participantes. Ahí están. Sin embargo, el manipuleo (por intereses políticos y económicos) de varios órganos de comunicación distorsiona la percepción pública. Así las cosas me atrevo a decir que el ganador indiscutible fue Ángel Heladio Aguirre Rivero. ¿Cree usted que si los adversarios de Ángel consideraran seriamente ganador a Añorve hubieran hecho la distorsión de la edición de La Jornada Guerrero?
Los comicios de Guerrero están engarzados directamente con la elección presidencial de 2012. Con el futuro del país. En esta perspectiva, los ciudadanos guerrerenses tienen la obligación de razonar su voto y no permitir que la desesperanza permee el espíritu de las elecciones del 30 de enero. Tengamos presente que si no participamos en la hora de las decisiones otros lo harán por nosotros.