Saúl López Sollano
A Guillermo Sánchez Nava, vencedor de la muerte.
En los últimos días de campaña visitamos el sábado 22 de enero Puerto Laurel, punto donde se cruzan los caminos que conducen a las cabeceras municipales de Heliodoro Castillo, San Miguel Totolapan, Leonardo Bravo y Atoyac de Álvarez; en este lugar se han llevado a cabo importantes asambleas comunitarias que han tenido como fruto el nacimiento de organizaciones sociales como Nuevo Milenio, el Consejo Supremo de los Pueblos del Filo Mayor, la Coordinadora Democrática de la Sierra de Guerrero, la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, entre otras, que han venido a darle organicidad, sentido de pertenencia y sobre todo capacidad de movilización a un pueblo de los más olvidados y marginados de Guerrero, que sufre la paradoja de vivir en la miseria en medio de su incuantificable riqueza natural.
Testigos mudos de estos históricos procesos transformativos han sido los enigmáticos y majestuosos cerros Teotepec, Baúl y Tlacatepec que alimentan de agua y oxígeno a buena parte del territorio guerrerense. En estos contrastantes paisajes y realidades sociales, salen a relucir las calamidades de un pueblo olvidado, que ha sido explotado por viejos y nuevos cacicazgos regionales amparados en gobiernos federales, estatales y municipales corruptos que han concesionado los bosques y minas a compañías extranjeras y nacionales que han acumulado inmensas fortunas, dejando tras de sí, miseria, deforestación, división comunitaria y graves distorsiones culturales.
No es necesario referirnos a Metlatónoc o Cochoapa el Grande para ejemplificar la pobreza extrema, pues aquí la tenemos enfrente, se posa ante nuestros ojos, en un campesinado cansado de promesas, engañado por propios y extraños, pero con la virtud de otorgar una vez más el beneficio de la duda durante este complejo proceso electoral para nombrar gobernador del estado. Si bien la pobreza se nota a leguas, se ve también a un pueblo politizado, que ha sido protagonista de luchas sociales ancestrales. Durante la guerra de Independencia como lo atestiguan los pobladores de la comunidad de Cueva de Guerrero, que albergó en su repliegue al prócer general Vicente Guerrero, o el campamento del mismo generalísimo José María Morelos instalado en las faldas del cerro de Tlacotepec, en el itinerario de resguardo del Congreso de Anáhuac celebrado en Chilpancingo el 13 de septiembre de 1813. Durante la revolución mexicana con la participación de su indómito pueblo al lado del general Emiliano Zapata, con el joven general revolucionario Heliodoro Castillo; pero también protagonista de las luchas más recientes, como retaguardia de las guerrillas rurales de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas en la década de los setentas del siglo pasado.
La participación del pueblo serrano en las luchas libertarias nacionales tampoco ha sido pagado por la federación, que tampoco lo ha hecho con el pueblo de Guerrero todo. La deuda histórica con los serranos aumenta, en la medida que se recrudece la exclusión y la miseria, siendo aún mayor las desigualdades al tener que soportar las grandes cargas que representa un pueblo doblemente sometido, por un lado por los estragos de los voraces cacicazgos otrora dominantes, los rapaces talamontes y compañía; por otro, los nuevos poderes fácticos que hoy dominan gran parte del territorio serrano, implantando un modelo de economía informal que distorsiona y corrompe los tejidos sociales y culturales del pueblo serrano, realidad ante la cual los gobiernos en turno poco o nada hacen para combatir de raíz este modelo de capitalismo salvaje en su máxima expresión.
Ante esta lacerante realidad, no podemos cerrar los ojos aplicando la política del avestruz. Se tiene que recuperar el territorio serrano y la gobernabilidad democrática sin una guerra militar como la declarada por Calderón que ha dejado un saldo sangriento de víctimas civiles. El reto es llevar a la sierra el desarrollo integral, para que el pueblo sea arquitecto de su propio destino. En la reunión fue palpable el clamor de sus demandas que en nada son diferentes a las del resto del estado y de las zonas marginadas: rehabilitación y apertura de caminos, pavimentación de tramos estratégicos, hospitales, escuelas de educación media y superior. Rehabilitación de escuelas primarias y secundarias con el clamor de que los maestros cumplan con sus horarios. Apoyo a la producción agropecuaria, introducción de plantaciones de aguacate y frutos propios de lugares templados y fríos. El problema de la inseguridad que aqueja a esa región y que solamente se puede resolver cambiando la doctrina de seguridad que actualmente prioriza la seguridad del Estado por encima de la seguridad de la gente.
Como el candidato de la coalición Guerrero Nos Une ofreció en su visita a Tlacotepec el pasado 26 de diciembre, el desarrollo integral de la sierra pasa por aprobar la octava región económica de la sierra, que comprende territorios de las partes del Filo Mayor de 13 municipios enclavados en la Costa Grande, Tierra Caliente, Zona Norte y Región Centro. Con este instrumento todos los niveles de gobierno tienen que coordinarse para hacer llegar recursos suficientes para detonar el desarrollo integral de la sierra. Los recursos naturales: forestales, agropecuarios, mineros, hídricos y pétreos son abundantes, pero se necesita un plan de desarrollo integral que tome en cuenta a la gente y sus organizaciones sociales y civiles. Por ello al explicar y difundir el programa de gobierno de la coalición Guerrero Nos Une en asamblea general de 15 comunidades de los municipios de Heliodoro Castillo y San Miguel Totolapan, los más de 400 asistentes debatieron críticamente las propuestas y asumieron de igual manera apoyar la candidatura a gobernador de Ángel Aguirre Rivero, y vigilar las casillas para que los mapaches del PRI que acostumbran rellenar las urnas no hagan de las suyas con las famosas casillas zapato. Con énfasis, los serranos hicieron la solicitud a Aguirre de que cuando llegue al gobierno no se olvide de la sierra y los visite.
Como colofón, diremos que a estas alturas del partido se desplomó la candidatura de Manuel Añorve Baños a pesar de la guerra sucia que cada día que pasa va en aumento, y se convierte en un asunto de verdadero riesgo para el proceso electoral que ven perdido. Por ello lo que suceda en estos últimos días será clave para los resultados finales. A cuidar la elección. Las provocaciones y la guerra sucia no pasarán. Lo anterior se refuerza con la información de última hora de la declinación de Marcos Parra abanderado del PAN por Ángel Aguirre. Marcos Parra avanzó rápidamente en la contienda pasando de 4 a 7 puntos en la última encuesta de El Universal; sin embargo, se informa también del secuestro del Dr. Pedro Salgado Leyva hermano de Jorge y Raúl Salgado Leyva y tío del diputado local Jorge Salgado Parra, lo cual corresponde a la estrategia de guerra sucia aplicado por el PRI y su candidato y denunciado con profusión por Jesús Zambrano Grijalva coordinador de la campaña aguirrista. Hacemos votos por el respeto a la integridad del Dr. Pedro Salgado Leyva y por su libertad inmediata. A Marcos Parra nuestro reconocimiento por poner su candidatura al servicio de la sociedad, para promover el voto útil y derrotar al atraso y la violencia que han frenado el progreso de Guerrero.
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