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viernes, 12 de noviembre de 2010

Paulina y el Acapulco rural.

Paulina y el Acapulco rural.

Héctor Manuel Popoca Boone.

En octubre de 1997 sucedió el desastre en Acapulco. ¿Cuántos más lleva en su destino inmerecido?  El huracán Paulina vació con furor catastrófico su inmensidad de agua contenida. Noche con madrugada infausta y de amanecer aciago y mortal.

Bástenos retener por el momento que de arriba, del anfiteatro, rodaban las grandes moles pétreas desgajadas que, cual bolas de boliche, en ríos espontáneos desbordados de agua y lodo, arrasaban todo a su paso: casas, cosas y vidas, en su loca carrera hacia la bahía. No de otra suerte la vida económica y social de Acapulco se paralizó por completo. Los daños violentos de la naturaleza tardaron en subsanar. Hoy son los daños violentos del hombre los que no paran de asolar.

Desde el primer momento en que le informaron, el gobernador interino de Guerrero se trasladó al puerto con permanencia fija. Personalmente tomó el control para atender los estragos. No así el presidente municipal, Juan Salgado Tenorio, de penosa memoria situacional, a quien el presidente Ernesto Zedillo hizo a un lado, con desdén manifiesto. Lo mismo le pasó a Manuel Añorve por acaparar y lucrar políticamente con las ayudas a los damnificados.

-Tú te encargas del medio rural de Acapulco. Coordínate con la Sagarpa y Firco para que te provean de los apoyos federales. Con el ejército nacional, para la dotación de agua, comestibles y ropa, me indicó Ángel Aguirre.

Constituida nuestra brigada de ocho hombres y tres mujeres, trabajamos durante seis meses en el Acapulco rural. Mi amigo, Juan Henderson, se integró al equipo y nos dio hospitalidad en sus oficinas convertidas en cuartel de trabajo. Rentamos un departamento de tres amplias recámaras por el rumbo de Caleta para pernoctar. Los viáticos no daban para más. Afortunadamente tampoco tuvimos tiempo para la promiscuidad. El meteoro a todos nos agarró del todo desprevenidos pero todos trabajamos con denuedo y tesón.

Los apoyos al medio rural consistían en dotar a los campesinos de herramientas de trabajo, rollos de alambre de púas y jornales por dos semanas. Para que limpiaran sus parcelas y levantaran los cercos caídos. Adicional, le tocaba a cada familia un bulto de ropa, una caja con comestibles y agua que los defeños enviaron solidariamente.

A todos los líderes locales de los distintos partidos políticos les pedimos que se mantuvieran al margen y nos permitieran trabajar directamente con los campesinos. Algunos a regañadientes acataron la petición.

Los comisarios ejidales y/o municipales fueron los coordinadores del trabajo parcelario. El apoyo de alimento, ropa y agua se entregó de inmediato, las herramientas y el alambre poco después, y una vez terminado el trabajo vino la paga de los jornales.

La integración del padrón de beneficiarios y la remuneración respectiva se hacía en asamblea pública, con cheques uninominales. Parcela limpiada, parcela apoyada.

Acostumbrados a un paternalismo gubernamental atroz y a la desidia de los servidores públicos, les causó sorpresa grande el que supervisáramos los trabajos en sitio. Por muestreo de parcelas. Agarrando monte. Pueblo por pueblo. Más asombro les provocó que no pidiéramos mochada.

Como anécdota chusca recuerdo que al llegar a un pueblo a orillas de la laguna de Tres Palos informé al encargado de apoyos a viviendas dañadas de una familia cuya casa había sido arrasada por el torrente. Dos horas después se comunica conmigo para decirme:

-Broder, no vemos ninguna casa dañada.
- ¿Están cerca de una parota? Le interrogué.
- Sí. Contestó.
- Pues que vean hacia arriba del árbol porque la familia y sus pertenencias permanecen entre las ramas donde se subieron para que no los arrastrara el agua que los sorprendió en la madrugada.

PD1. Por lo que vi y sentí en Acapulco, Manuel Añorve (PRI) ya lleva una tendencia perdedora.
PD2. Ofrece fertilizante gratis porque pretende comprárselo toditito a Rubén Figueroa. Negocios son negocios. ¡Que caray!
PD3. El dinero está allá (Manuel Añorve). La dignidad está acá (Ángel Aguirre). ¿Usted tiene dignidad?, entonces véngase pa´ca.

twitter.com/AAngelopolis
candidatociudadano.blogspot.com
movimientociudadanogro@hotmail.com




1 comentario:

  1. Los comisarios ejidales y/o municipales fueron los coordinadores del trabajo parcelario. El apoyo de alimento, ropa y agua se entregó de inmediato, las herramientas y el alambre poco después, y una vez terminado el trabajo vino la paga de los jornales.



    La integración del padrón de beneficiarios y la remuneración respectiva se hacía en asamblea pública, con cheques uninominales. Parcela limpiada, parcela apoyada.



    Acostumbrados a un paternalismo gubernamental atroz y a la desidia de los servidores públicos, les causó sorpresa grande el que supervisáramos los trabajos en sitio. Por muestreo de parcelas. Agarrando monte. Pueblo por pueblo. Más asombro les provocó que no pidiéramos mochada."


    En estos tres párrafo, creo podría resumirse la nueva política que debe y tiene que poner en marcha el nuevo gobernador; para nadie es un secreto y para todos no es rareza, que infinidad de gente insensible, se ha quedado con los dineros de los campesinos, de los jornaleros y de los ciudadanos, es de suma importancia rescatar los principios que usted con gran cierto menciona, trabajar con la gente del pueblo, darle a ellos la batuta ahora y sean ello quienes nos digan que debemos hacer para que mejoren su situación, su estatus pues. Como bien dice usted en sus múltiples artículos, es hora del pueblo, le toca a los ciudadanos de Guerrero, proponer y motivar su propio crecimiento, el despeje hacia otra historia, definir su destino de aqui pal´real.

    Mis felicitaciones

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