Puentejos defectuosos

El Sol de Chilpancingo 05/01/11

 

Por Felipe Victoria Zepeda

¿Tendrá Acaso el flamante Auditor estatal Latabán que estrenarse averiguando cuántas mañas ocultas hubo en la apresurada y defectuosa construcción del paso elevado Bicentanario, en el Puerto de Mafiapulco?
Vaya que sería materia de aplicarse a fondo y lo que se ve no se juzga, está y quedó mal hecho, tanto así que no coinciden en el ancho en la parte superior, y las rampas de ascenso y descenso a la mera hora por las prisas no las hicieron de concreto hidráulico, sino de chapopote y pavimento, de ese que a los dos primeros aguaceros va a valer madres…
Claro, si Añorve lograra la gubernatura no habrá ser humano que se atreva a decir nada, pero si no se le hace… chiquita no se la van a acabar él y su cuate Pepe Ávila, pues además habrá que encontrar una explicación satisfactoria de por qué el elevado costo de una obra similar a la que años antes hizo su antecesor Félix Salgado Macedonio, en tan sólo la tercera parte del costo…

Pero lo más grave de todo es que fue puro choro y rollo eso de que descongestionaría el tráfico vehicular sobre la avenida Cuauhtémoc entre la calle Gómez Morín y el Parque Papagayo y el templo de los mormones o los funerales San Pedro y la Carta Blanca, pues por abajo en las laterales, los cruces de Wilfredo Massieu y Avenida Universidad ahora son peor desmadre, todo porque desaparecieron los semáforos que ya antes existían para regular la difícil circulación de taxis colectivos y autobuses urbanos.
Si usted va por esos sitios en calidad de transeúnte, encontrará adrenalina gratis y peligro extremo para poder cruzar o caminar por debajo del puentejo monumental a la ignominia de la voracidad para allegarse recursos para una campaña.
Desde el lunes 3 de enero, nadie es capaz de contar las mentadas de madre por minuto que genera el descontento de los automovilistas y para acabarla de joder, la irresponsabilidad de los constructores extorsionados provocó el rompimiento de la red de agua potable que fue a encharcar hasta la Costera Alemán, teniendo entonces el candidato Añorve que interrumpir otro acto de vanagloria en su magna obra…
—¡Tilín, tilín!— Suena la campana de la escuelita.
—Feliz año, maestra Pizarrina del Gis y Ábaco, ¿qué milagro que nos visita por esta su escuelita y su grupo?
—Cábrense, cayones chamacos mordaces, no les van a traer nada los Santos Reyes si están de irrespetuosos con su mentora. Vayan entregándome todas las tareas que tienen pendientes.
—Éjele, teacher, quedamos que sería hasta el 10 de enero que usted vendría de nuevo… ¿a qué se debe el madruguete?
—Vengo a cobrar la segunda parte de mi aguinaldo y algún bono pendiente.
—¿No le da vergüenza?
—Soy muy aguantadora y sacrificada, chamaquitos. Para que se entretengan les dejo de tarea investigar cuánto costó el paso elevado de Félix en la vía rápida y cuanto el de Añorve en la Cuauhtémoc, y por qué a las primeras de cambio ya le salieron los defectotes en la construcción y averigüen igual si hay peligro de que se desplome.
—Újule, maestra, ¿antes o después de las elecciones?
—No quiero tanta exactitud, eso déjenlo mejor a la Justicia Divina, que tarde que temprano las verdades salen a flote y las transas se descubren.
—Caramba, profesora, ¿por qué son tan engañosos algunos políticos?
—Pues les gusta ser mañosos y mafiosos, no crean que es fácil ni barato hacer una campaña, es mucha lana que se arriesga e igual se gana que se puede perder.
—¿Cómo en el palenque, apostándole a los gallos?
—Así merito, luego lo malo es que hay trampas en el amarrado de navajas.
—¿Cómo en el conteo de votos en las urnas y el alquiladero de credenciales con fotografía?
—¿Qué comen que adivinan, chamacos?